Los alumnos que opten por cursar Religión tendrán también la
oportunidad de cursar la asignatura de «Valores Culturales y Sociales»
en Primaria y la de «Valores Éticos» en Secundaria. Este es uno de los
retoques que el Ministerio de Educación va a introducir en el anteproyecto de
ley de Mejora de la Calidad Educativa que previsiblemente recibirá la aprobación
del Consejo de Ministros el próximo viernes.
Hasta ahora, el borrador obligaba a escoger necesariamente entre
Religión o sus «asignaturas espejo», una medida que, según puso de
manifiesto el reciente informe del Consejo de Estado,
«discriminaría a los alumnos que al elegir la primera no cursarán asignatura
alguna sobre valores sociales y éticos a lo largo de toda su formación».
Con la nueva fórmula que recogerá finalmente el proyecto de ley, y
que el Ministerio está concretando en estos días, se permitirá que los
estudiantes que escojan Religión no tengan que renunciar a esas otras
asignaturas, aunque, según las fuentes consultadas, tampoco se prevé que
sea obligatorio que las cursen, sino que para estos alumnos serían optativas.
Acuerdo con la Santa Sede
Tal como recordaba el
propio Consejo de Estado en su informe, el Acuerdo sobre Enseñanzas y Asuntos
Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede el 3 de enero de
1979 dispone que los planes educativos «incluirán la enseñanza de la religión
católica en todos los centros de educación, en condiciones equiparables a
las demás disciplinas fundamentales», que «dicha enseñanza no tendrá
carácter obligatorio para los alumnos» y que «las autoridades académicas
adoptarán las medidas oportunas para que el hecho de recibir o no recibir
enseñanzas religiosas no suponga discriminación alguna en la actividad escolar»
(artículo II).
La ley orgánica de
Educación de 2006, actualmente en vigor, recoge que la enseñanza de la religión
católica «se ajustará» a lo establecido en ese acuerdo con la Santa Sede y los
decretos que la desarrollan añaden que los centros docentes deberán disponer las
«medidas organizativas necesarias» para proporcionar la «debida atención
educativa» a los alumnos que no hayan optado por cursar enseñanzas de religión.
Asimismo, como recuerda el Consejo de Estado, se dispone que las calificaciones
obtenidas en la evaluación de la enseñanza de religión «no se computarán en las
convocatorias en las que deban entrar en concurrencia los expedientes
académicos, ni en la obtención de la nota media a efectos de admisión de
alumnos, cuando hubiera que acudir a ella para realizar una selección entre los
solicitantes».
El propio informe del
Consejo, además de la citada advertencia de «discriminación a los alumnos de
Religión, señala que en el anteproyecto de la Lomce la enseñanza religiosa
«adquiere mayor peso, al tener una carga horaria similar al resto de
materias en Primaria y en ESO donde se configura como una asignatura específica
fija con una alternativa».
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