2013-07-15

Bélgica: Opcional, cuenta para la media

 
 
 
Una escuela belga
En Bélgica existe el debate desde 1879, fecha de la primera «guerra escolar» provocada porque el ministerio de Educación decidió eliminar la asignatura de religión (católica exclusivamente entonces) y sustituirla por la de «moral no confesional». Aunque la obligación de impartir una u otra está escrito en la Constitución, la discusión no ha llegado a su fin. Por ahora los alumnos están obligados a elegir entre la asignatura de moral no confesional o el estudio de una de las cinco religiones reconocidas por el Estado (católica, protestante, ortodoxa, judía e islámica). Se estudia en Primaria y Secundaria, dos horas semanales y las calificaciones cuentan para la nota media.
Son las comunidades religiosas respectivas quienes escogen a los profesores, aunque los colegios tienen autonomía para aceptar a uno u otro.
La presión de los sectores laicos es cada vez más fuerte en contra de la asignatura de religión en la escuela pública, y específicamente en contra de la católica. Las fechas de las vacaciones se programan cada vez con más distancia del significado religioso de las mismas (el Viernes Santo no es fiesta o, según como caiga, tampoco el de Nochebuena (o solo medio día). Los signos religiosos están prohibidos en todas las escuelas públicas.
El tratamiento específico, sin embargo, resulta muy diferente en los colegios públicos, donde predomina el laicismo, y los privados, que suelen ser mayoritariamente católicos y tienen todavía una fuerte influencia en la sociedad belga.
El debate actual se centra en la posible sustitución de ambas asignaturas por una única de filosofía que englobe la «historia de las ideas religiosas», aunque jurídicamente resulta complejo y por el momento no se ha llegado a un acuerdo en la comunidad de lengua francesa de Bélgica.
En Flandes sí están más cerca de unificar en Secundaria las dos asignaturas en una denominada «concepción de la vida» (Lebensbeschowuelijke Wakken), que no se vincula formalmente con la clase de Filosofía.
Por Enrique Serbeto, corresponsal en Bruselas
ABC

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